Otra vez lunes, otra semana que comienza, bucólica cómo el día, otra semana de incertidumbre, con la vida patas arriba, con mil frentes abiertos, y a ratos sin ganas de atender a ninguno…
Levántate perezosa, me digo a mi misma, hay que sacar a la perra, por Dios , a penas son las 6:30 de la mañana…no quiero salir del calor de la cama.. pero salgo, tengo que sacarla si no quiero que termine haciendo sus cosas en casa.
Todo empezaba a ir bien, estaba serena, tranquila, y de pronto cómo fichas de dómino colocadas para que cuándo caiga la primera caigan las demás en escalera, mi vida empieza a ir cuesta abajo.
Al principio nadie se da cuenta, ni yo, soy de espíritu optimista. Venga Elena , todo se irá solucionando antes de que vuelvas a tocar fondo, me lo repito una y otra vez, cómo un mantra de esos que si los dices mucho lo mismo te lo crees.
Ni tan siquiera me he vestido en condiciones, solo he cambiado el pantalón del pijama por unos vaqueros, nórdico encima y a la calle, hace frío, así no tengo ni que peinarme, solo un gorro, y estoy lista, correa, bolsitas para recoger las deposiciones..¡¡Vámonos!!
Si que hace frío, para ser primavera parece que fuéramos para el invierno. Si pensáis que a esa hora no hay nadie por la calle os equivocáis, gente yendo ya para el bus y el metro. Muchas ventanas con la luz encendida…cuántas vidas en marcha, algunas felices, la mayoría acostumbradas a sus rutinas, otras apangándose…
Siempre tengo este tipo de reflexiones, cuándo paseo con mi perra, estamos tan inmersos en nuestra rutina, que ya nadie se pregunta cosas, ni tan siquiera nos fijamos muchas veces en quién pasa a nuestro lado..¿le irá bien? ¿Estará preocupado por algo? ¿Será feliz?
¡¡ Listo!! 15 minutos de paseo matutino, el primero del día, saldremos otras 3 veces. Adoro a mi perra, pero a ratos preferiría no tener tanta obligación, luego se me pasa agradeciendo la compañía y su amor incondicional.
Vuelta a casa, ¿desayuno o me vuelvo a la cama? La pereza gana, solo 1 hora más. Pongo la alarma del móvil a las 8, bueno una hora y un poquito…
No sé porque hago estas cosas, en realidad no soy capaz de volverme a dormir, y mi conciencia empieza a dar la murga…con todo lo que tienes que hacer, y aquí sin dormir y sin aprovechar este tiempo…soy Virgo de signo solar, ¿os imagináis? Una mente que no se apaga nunca, se me olvidó pedir el botón de off en el equipamiento de serie. Es un tormento no dejar de pensar ni un segundo..
Finalmente a las 7:30 me levanto de nuevo, no tiene caso seguir dando vueltas. Desayuno y a la ducha, necesito activar el cuerpo, no me va al compás de la mente.
Vale vamos a organizarnos, tengo que terminar un trabajo que tengo que entregar en un par de días, así que eso me va a ocupar el resto de la mañana, y está tarde debería ir hacer algo de ejercicio, un par horas de marcha nórdica por ejemplo, eso también me ayudará a equilibrar las energías.
Error, tú planifica Elena, que ya se encarga el Universo de darte un poquito por saco y decidir tus prioridades.
Siempre hay una parte bien familiar, bien amigos, bien clientes que deciden por ti en que debes emplear tu tiempo hoy. Siempre hay alguna persona que te necesita “urgentemente” porque es que mira Elena, mi problema es realmente grave y no puedo esperar a que me des cita la semana que viene…
Soy terapeuta ¿no os lo dije verdad? Pues sí, entonces me debo a las urgencias que tienen a veces mis habituales, que algunas incluyen familiares y amigos, adoro mi trabajo, pero a veces, cómo con mi perra, también me bajaba de este bus, pero igualmente se me pasa, y termino atendiendo al realmente “grave” que no puede esperar, y que al final se ha resumido en una relación tóxica en la que lleva 4 años metida y que no es capaz de tomar la decisión de mandar al fulanito a la mismísima mierda con billete solo de ida…y volvemos a repetir refuerzos, pautas y demás técnicas para que saque el valor de dejarlo solo por el próximo mes..¡¡señor dame paciencia!!
Debería de grabar las sesiones y mandárselas cada 2 meses, total es lo mismo una y otra vez.
No me entendáis mal, se que los apegos son difíciles de soltar, y siempre hay una esperanza de que el otro cambie, pero el otro es el otro, no va a cambiar, y terminamos defraudados por nuestras propias expectativas.
Nos aferramos a las rutinas porque creemos de verdad que nos proporcionan seguridad, y esto es lo gracioso, no sabes siquiera si mañana te vas a levantar, entonces cómo pretendes querer asegurar que otra persona actúe cómo a ti te gustaría y es más, que se quede contigo para toda la vida.
Estas cosas ya casi nunca pasan, ahora tenemos amores de ida y vuelta, la rutina ahora es estar un par de meses o quizás 4 si en la cama nos va bien, y luego siguiente…
Nos estamos convirtiendo en cuerpos de usar y tirar, porque aquello del compromiso nos caga de miedo, porque claro ya nos han hecho daño y no vayamos a repetir historia, y en esa incertidumbre y ese miedo, nos perdemos los unos a los otros, nos perdemos la experiencia de construir una historia junto con otro ser humano.
Y la cantinela es esa, ¿y si me vuelve a salir mal? Y mi respuesta siempre será.. ¿y si está vez es la buena y te la pierdes?
Vamos gente, que la vida es para vivirla, no para pasar sin pena ni gloria, hay que llegar a las puertas de San Pedro derrapando y despeinados, y que Pedrito nos diga ¡¡ vaya viajecito niña!! O niño, jeje
Bueno a lo que iba, que perdió la marcha nórdica, que era la parte lúdica, y ganó terminar el trabajo para que no me agobie la obligación.
Me repatean ciertos refranes cómo ese, antes la obligación que la devoción, pues mire usted compadre, a veces nos tiene cuenta relajarnos y divertirnos un rato porque luego fluyen mejor las cosas, y siempre que se pueda hay que disfrutar, que la vida son 3 días y 2 llueve.
Y acaba otro día, pero me da por revisar el correo y me encuentro uno intrigante, una persona me escribe diciéndome que le ha dado mi contacto un conocido común, y que necesita que le ayude a nacer…
Así que le contesto dándole mi móvil y que me escriba por whatsapp que será más dinámico, porque realmente me intriga lo de que le “ayude a nacer”. Desconecto de todo, ordenador, móvil, la cama y el sueño reparador me llaman a gritos…mañana tendré tiempo para irme andar, seguro que si…
Suena a lo lejos en mi cabeza el lloriqueo de mi perra, ay otra vez salir, si me acabo de acostar..miro el reloj, las 6:24 de la mañana, está mayor, cada vez aguanta menos…vuelta a empezar, levántate Elena.
Qué frío hace, si casi es finales de Abril, entiendo que llueva, que en realidad está diluviando, pero podía hacer menos frío.
Hoy no me vuelvo a meter en la cama, lo cambio por un café y la ducha directamente. Conecto el móvil y tengo un montón de whatsapp sin contestar..¿la gente no duerme?
Hay 5 de un número desconocido.
Hola me llamo Paulsen, te escribí ayer a tu correo
Necesito que me ayudes a nacer
Creo que estoy muerto
Al menos muy perdido
¿Me ayudarás?
Le contesto, es muy pronto, pero él escribió a las 3 de la mañana así que entiendo que la hora no es mucho problema.
Le pido que me diga disponibilidad para poder llamarle o concertar una consulta presencial.
No me da tiempo a dejar el móvil en la mesa, suena la llamada.
-¿Si?
-Buenos días- contesta una voz profunda, masculina, con acento extranjero- soy Paulsen, espero que no te moleste que te haya llamado directamente.
– Bueno es un poco pronto, pero es igual, cuéntame eso de que estás muerto.
– Me han dicho que quizás me puedas ayudar. Es una sensación que tengo, es cómo si mi cuerpo no me perteneciera, no sé muy bien que hago aquí.
-¿De dónde eres?
– Polonia
– Cuándo dices aquí,¿ te refieres a España, la vida…?
– Supongo que la vida, o en esta vida, no le encuentro sentido a nada. No tengo ilusión por nada, no tengo una meta, un objetivo.
– Vale, ¿quieres que nos veamos y lo hablemos tranquilamente?
– ¿Podría ser hoy?
– Un segundo que miro agenda- me sorprende la prisa, suena más triste que desesperado- a las 12 tendría un hueco de una hora, ¿te parece?
– Si, perfecto, muchas gracias.
Cuándo entró en mi consulta, me sorprendió su presencia, un hombre muy atractivo, alto, con unos preciosos ojos azules, aunque había mucha tristeza en ellos. Entre rubio y canoso. En buena forma, no tendría más de 48 años, por Dios, estaba en lo mejor de la vida, y sin embargo él decía que estaba muerto.
Después de muchas sesiones, después de mucho rascar en esos miedos que todos guardamos bajo veinticuatro candados en el subconsciente, porque si los traemos al consciente hay que resolverlos y no nos queremos enfrentar a nuestros demonios y eso lleva trabajo, y responsabilidad, y hacernos cargo de nosotros mismos..Después de todo eso, lo que había era un niño herido, un niño lleno de rechazos, de no merecimientos, de soledad, de falta de amor.
Tuvimos que hacer un trabajo de reconocimiento, de volver a la valoración de uno mismo, sin necesitar la palmadita en el hombro de nadie. Para llegar a un adulto pleno y presente en su vida, tenemos que resolver que nuestro niño interior este feliz y reconocido.
De esta forma fue cómo el pequeño Paulsen nació a los 48 días. Para convertirse en un hombre feliz, pleno y con ganas de vivir y exprimir la vida de todas las maneras posibles.
A punto de entrar el verano, mi perra pide salir, miro el reloj, 6:48…hoy aguantó más, hace un precioso día para pasear, así que antes de que nadie decida por mi, hoy nos vamos a pasear , ella y yo, sin encender el móvil, sin dar señales de que ya estamos de pie, es una preciosa mañana de domingo del mes de Junio, ¡¡vámonos!! El tiempo es nuestro, hoy solo nuestro.
¿Qué tal si hoy haces lo mismo, y sales a pasear?
Feliz vida queridos
Autora Esther Cerón Núñez de Arenas